De Playboy al Islam (II)
La exitosa supermodelo que se atrevió a darle
un giro total a su vida
“He
estado en yates privados y en helicópteros privados, ¿pero en un avión privado?
Aún no.”
Felixia Yeap.
Por: Said Abdunur Pedraza
En el artículo anterior vimos, en líneas
generales, cómo Felixia Yeap decidió dejar de modelar semidesnuda y cubrirse de
pies a cabeza, y las reacciones a su cambio. Ahora entraremos en detalles sobre
su carrera en el modelaje.
Segunda parte: El duro camino hacia las
pasarelas internacionales
Todos los días, docenas de personas por
todo el mundo descubren en el Islam una forma de vida idónea para reconocerse
como seres humanos, para mejorar sus vidas, para interrelacionarse mejor con
los demás seres vivientes y para construir una sociedad mejor. La mayoría de
ellas reconocen en el Islam un completo sistema socio-económico-político-legal-ecologista
que presenta las respuestas a los dilemas del mundo moderno, y lo ven como la
única alternativa real al actual sistema consumista que devora al planeta y
crea a diario más desiertos, más pobres, más suicidas, más tiranos y más
adictos. Y entre esas personas, la mayor parte afirma que el Islam es también,
sin lugar a dudas, la religión revelada por el Único Dios Verdadero a la
humanidad. Muchas de esas personas abrazan el Islam, algunas de ellas
afrontando grandes retos y dificultades debido a su cambio de estilo de vida. Sin
embargo, otras prefieren no asumir el Islam como su forma de vida, su religión
y su ideal de sociedad.
¿Por qué hay gente que, a pesar de su convencimiento,
no se decide a abrazar el Islam?
Las respuestas pueden ser variadas, pero
por lo general, todo se reduce a una sola cosa: Miedo al cambio. Porque el
cambio implica el rechazo de amigos y familiares, la pérdida del trabajo,
incluso el distanciamiento de la pareja. El cambio genera mucho miedo. Miedo al
qué dirán, a dejar el alcohol, o las drogas, o el sexo extramarital, o la carne
de cerdo, o las apuestas, o todo ello junto. Miedo a tener que dejar atrás
tantos, tantísimos “logros” acumulados a lo largo de los años, justo ahora, que
estás “a un paso” de alcanzar lo que buscas. Quizás la que tienes ahora no es
la vida que quieres, pero has luchado mucho por ella y estás cerca, siempre
cerca, de convertirla en todo lo que has deseado. O quizás es justo la vida que
querías, la que siempre soñaste, y aunque sigues sintiendo que falta algo, en
general todo está bien y estás muy cerca de encontrar lo que falta. Buena o
mala, es tu historia y te aterra dejarla atrás para comenzar a escribir una
nueva, ¡a estas alturas de tu vida!
Pero ese no fue el caso de Felixia Yeap,
una muchacha decidida, que desde los 9 años de edad en su Malasia natal, mantenía
claro su objetivo: convertirse en supermodelo. Nacida en la capital, Kuala
Lumpur, de ascendencia china, su niñez transcurrió en Ipoh, la cuarta ciudad
del país, donde estudió en la escuela nacional de señoritas y se graduó como la
mejor estudiante en artes. A los 17 años venció la resistencia al cambio y se
fue de casa para perseguir la vida del modelaje.
En 2005 se inscribió en el concurso de
belleza “Diva Adolescente” y terminó como finalista. En 2006 quedó en segundo
lugar en dos concursos de belleza: “Señorita Turismo Malasia” y “Miss Chinese
World”. Luego, participó en el reality “Quiero ser modelo”, quedando como
finalista.
Era un inicio prometedor, su sueño
comenzaba a tomar forma, pero entonces, su vida dio uno de esos giros
inesperados y Felixia se vio obligada a dejar de lado su carrera. Su sueño
quedaba truncado y se veía en la necesidad de buscar la forma de subsistir. Estuvo
trabajando como profesora de prescolar. Fueron tiempos difíciles, en los que
llegó a dormir en bodegas de alquiler, pues su salario de maestra apenas le
alcanzaba para sobrevivir, pero también fue una época hermosa en la que el
contacto con los niños nutrió su espíritu.
Siempre con su objetivo claro en mente,
después de dos duros años de incertidumbre, encontró la forma de retomar su
carrera. Orgullosa de ser una modelo natural, sin ninguna cirugía ni
tratamiento invasivo para embellecer su rostro ni su cuerpo, Felixia retornó al
modelaje en 2009 con todo éxito. Quedó como finalista en el concurso de la revista
británica para hombres FHM, apareciendo luego en varias de sus portadas a nivel
local e internacional. Poco después fue coronada como la modelo del año por la
agencia “Velocity Angels”, lo que le valió su aparición en varias portadas de
la revista de tecnología “T3”. Ese mismo año, terminó finalista en el concurso
“Miss World Malaysia”.
Al año siguiente, 2010, se presentó a “Miss
Universe Malaysia”, donde también quedó finalista, y su fama se disparó.
Entrevistas en diversos medios, invitaciones a programas de concurso, sesiones
de fotografía para revistas y grandes agencias, comerciales de TV… Su fluidez
al hablar inglés y su capacidad de entender un poco de francés, español y
japonés, le permitieron ampliar sus horizontes.
Su siguiente gran triunfo como modelo
profesional fue ganar el concurso Panasonic Lumix Star Of The Year 09/10,
convirtiéndose en la primera ‘Embajadora Oficial de Panasonic Lumix para Malasia’.
También formó parte de una campaña de liderazgo y motivación realizada por
Blackberry. Así, a sus 24 años, Felixia había logrado su sueño: se había
convertido en una supermodelo conocida internacionalmente. Pero quería más.
Felixia incluyó en su catálogo sesiones
de ropa interior, vestidos de baño, ropa casual, posando con carros deportivos
en salones de automóviles, y hasta una transformación en sirena, que realizó
para cumplir uno de sus sueños de la infancia.
Fue entonces cuando alcanzó un nuevo pico
en su carrera como modelo profesional. En 2011, Felixia fue una de las pocas
seleccionadas, entre más de 600 candidatas de todo el mundo, para ser una Conejita
Playboy en el único club de la revista de Hugh Hefner en Asia, el Playboy Club
Sands, en Macau. Allí trabajó solo un mes, pues según sus propias palabras:
“Nunca tuve la intención de trabajar allí mucho tiempo. Sí, fue divertido y aprendí muchas cosas, pero en mi corazón está el modelaje, no el trabajo en un club.”
Sin embargo, continuó siendo invitada a
aparecer en eventos oficiales de Playboy en diferentes partes del mundo.
En 2013 posó para la revista Playboy
Filipinas. Apareció en el número de julio-agosto en bikini, pero fiel a su
tradición, nunca se desnudó por completo. Lo había logrado; solo dos mujeres
malayas en la historia habían aparecido en esta revista antes que ella, y solo
ella había trabajado como Conejita.
Ingresó entonces al mundo del deporte,
siendo elegida como la “Ring Girl” más sexy del portafolio del “ONE Fighting
Championship”, la liga más importante de artes marciales mixtas, cuyos eventos
son transmitidos por diversos canales de televisión en toda Asia, Brasil,
Canadá, Australia y Reino Unido. Las chicas del ring ya no se limitan a indicar
el número del round, recorriendo con sonrisa amplia y vestimenta diminuta el
cuadrilátero antes del inicio de cada combate. Ellas son parte fundamental del
entretenimiento previo al evento, y aparecen con frecuencia en programas y
revistas de deportes.
Esta es, en resumidas cuentas, la
historia de cómo Felixia Yeap logró el éxito, se convirtió en supermodelo,
viajó a diferentes partes del mundo, y se hizo famosa internacionalmente después
de haber tenido que dormir en bodegas. En el próximo artículo de esta serie,
conoceremos un poco más en profundidad a Felixia, a través de sus propias
palabras.
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