domingo, 2 de noviembre de 2014

De Playboy al Islam II



De Playboy al Islam (II)

La exitosa supermodelo que se atrevió a darle un giro total a su vida


“He estado en yates privados y en helicópteros privados, ¿pero en un avión privado? Aún no.”
Felixia Yeap.




Por: Said Abdunur Pedraza



En el artículo anterior vimos, en líneas generales, cómo Felixia Yeap decidió dejar de modelar semidesnuda y cubrirse de pies a cabeza, y las reacciones a su cambio. Ahora entraremos en detalles sobre su carrera en el modelaje.


Segunda parte: El duro camino hacia las pasarelas internacionales

Todos los días, docenas de personas por todo el mundo descubren en el Islam una forma de vida idónea para reconocerse como seres humanos, para mejorar sus vidas, para interrelacionarse mejor con los demás seres vivientes y para construir una sociedad mejor. La mayoría de ellas reconocen en el Islam un completo sistema socio-económico-político-legal-ecologista que presenta las respuestas a los dilemas del mundo moderno, y lo ven como la única alternativa real al actual sistema consumista que devora al planeta y crea a diario más desiertos, más pobres, más suicidas, más tiranos y más adictos. Y entre esas personas, la mayor parte afirma que el Islam es también, sin lugar a dudas, la religión revelada por el Único Dios Verdadero a la humanidad. Muchas de esas personas abrazan el Islam, algunas de ellas afrontando grandes retos y dificultades debido a su cambio de estilo de vida. Sin embargo, otras prefieren no asumir el Islam como su forma de vida, su religión y su ideal de sociedad.

¿Por qué hay gente que, a pesar de su convencimiento, no se decide a abrazar el Islam?

Las respuestas pueden ser variadas, pero por lo general, todo se reduce a una sola cosa: Miedo al cambio. Porque el cambio implica el rechazo de amigos y familiares, la pérdida del trabajo, incluso el distanciamiento de la pareja. El cambio genera mucho miedo. Miedo al qué dirán, a dejar el alcohol, o las drogas, o el sexo extramarital, o la carne de cerdo, o las apuestas, o todo ello junto. Miedo a tener que dejar atrás tantos, tantísimos “logros” acumulados a lo largo de los años, justo ahora, que estás “a un paso” de alcanzar lo que buscas. Quizás la que tienes ahora no es la vida que quieres, pero has luchado mucho por ella y estás cerca, siempre cerca, de convertirla en todo lo que has deseado. O quizás es justo la vida que querías, la que siempre soñaste, y aunque sigues sintiendo que falta algo, en general todo está bien y estás muy cerca de encontrar lo que falta. Buena o mala, es tu historia y te aterra dejarla atrás para comenzar a escribir una nueva, ¡a estas alturas de tu vida!

Pero ese no fue el caso de Felixia Yeap, una muchacha decidida, que desde los 9 años de edad en su Malasia natal, mantenía claro su objetivo: convertirse en supermodelo. Nacida en la capital, Kuala Lumpur, de ascendencia china, su niñez transcurrió en Ipoh, la cuarta ciudad del país, donde estudió en la escuela nacional de señoritas y se graduó como la mejor estudiante en artes. A los 17 años venció la resistencia al cambio y se fue de casa para perseguir la vida del modelaje.

En 2005 se inscribió en el concurso de belleza “Diva Adolescente” y terminó como finalista. En 2006 quedó en segundo lugar en dos concursos de belleza: “Señorita Turismo Malasia” y “Miss Chinese World”. Luego, participó en el reality “Quiero ser modelo”, quedando como finalista.

Era un inicio prometedor, su sueño comenzaba a tomar forma, pero entonces, su vida dio uno de esos giros inesperados y Felixia se vio obligada a dejar de lado su carrera. Su sueño quedaba truncado y se veía en la necesidad de buscar la forma de subsistir. Estuvo trabajando como profesora de prescolar. Fueron tiempos difíciles, en los que llegó a dormir en bodegas de alquiler, pues su salario de maestra apenas le alcanzaba para sobrevivir, pero también fue una época hermosa en la que el contacto con los niños nutrió su espíritu.

Siempre con su objetivo claro en mente, después de dos duros años de incertidumbre, encontró la forma de retomar su carrera. Orgullosa de ser una modelo natural, sin ninguna cirugía ni tratamiento invasivo para embellecer su rostro ni su cuerpo, Felixia retornó al modelaje en 2009 con todo éxito. Quedó como finalista en el concurso de la revista británica para hombres FHM, apareciendo luego en varias de sus portadas a nivel local e internacional. Poco después fue coronada como la modelo del año por la agencia “Velocity Angels”, lo que le valió su aparición en varias portadas de la revista de tecnología “T3”. Ese mismo año, terminó finalista en el concurso “Miss World Malaysia”.

Al año siguiente, 2010, se presentó a “Miss Universe Malaysia”, donde también quedó finalista, y su fama se disparó. Entrevistas en diversos medios, invitaciones a programas de concurso, sesiones de fotografía para revistas y grandes agencias, comerciales de TV… Su fluidez al hablar inglés y su capacidad de entender un poco de francés, español y japonés, le permitieron ampliar sus horizontes.

Su siguiente gran triunfo como modelo profesional fue ganar el concurso Panasonic Lumix Star Of The Year 09/10, convirtiéndose en la primera ‘Embajadora Oficial de Panasonic Lumix para Malasia’. También formó parte de una campaña de liderazgo y motivación realizada por Blackberry. Así, a sus 24 años, Felixia había logrado su sueño: se había convertido en una supermodelo conocida internacionalmente. Pero quería más.

Felixia incluyó en su catálogo sesiones de ropa interior, vestidos de baño, ropa casual, posando con carros deportivos en salones de automóviles, y hasta una transformación en sirena, que realizó para cumplir uno de sus sueños de la infancia.

Fue entonces cuando alcanzó un nuevo pico en su carrera como modelo profesional. En 2011, Felixia fue una de las pocas seleccionadas, entre más de 600 candidatas de todo el mundo, para ser una Conejita Playboy en el único club de la revista de Hugh Hefner en Asia, el Playboy Club Sands, en Macau. Allí trabajó solo un mes, pues según sus propias palabras:

“Nunca tuve la intención de trabajar allí mucho tiempo. Sí, fue divertido y aprendí muchas cosas, pero en mi corazón está el modelaje, no el trabajo en un club.”

Sin embargo, continuó siendo invitada a aparecer en eventos oficiales de Playboy en diferentes partes del mundo.

En 2013 posó para la revista Playboy Filipinas. Apareció en el número de julio-agosto en bikini, pero fiel a su tradición, nunca se desnudó por completo. Lo había logrado; solo dos mujeres malayas en la historia habían aparecido en esta revista antes que ella, y solo ella había trabajado como Conejita.

Ingresó entonces al mundo del deporte, siendo elegida como la “Ring Girl” más sexy del portafolio del “ONE Fighting Championship”, la liga más importante de artes marciales mixtas, cuyos eventos son transmitidos por diversos canales de televisión en toda Asia, Brasil, Canadá, Australia y Reino Unido. Las chicas del ring ya no se limitan a indicar el número del round, recorriendo con sonrisa amplia y vestimenta diminuta el cuadrilátero antes del inicio de cada combate. Ellas son parte fundamental del entretenimiento previo al evento, y aparecen con frecuencia en programas y revistas de deportes.

Esta es, en resumidas cuentas, la historia de cómo Felixia Yeap logró el éxito, se convirtió en supermodelo, viajó a diferentes partes del mundo, y se hizo famosa internacionalmente después de haber tenido que dormir en bodegas. En el próximo artículo de esta serie, conoceremos un poco más en profundidad a Felixia, a través de sus propias palabras.

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